UN HOMBRE A LA ORILLA DEL RÍO
Era una noche distinta a las otras, con una luna llena esplendorosa y maravillosa. En un pueblo de Boyacá un hombre llamado Pedro Zarate, alto, robusto, de ojos claros, soñador y con ilusiones le gustaba caminar a la orilla del rió, ya que el agua era cristalina y lo acompañaba una hermosa cascada.
Este joven salia a caminar como todas las noches de luna llena a la orilla del rió, pero al despedirse de su padre noto que estaba enfermo.
- El joven pregunta: Padre que te pasa?, noto que tu cara esta pálida, estas helado y temblando.
Y su padre- le respondió: Si hijo mío estoy enfermo llama al curandero para que venga a atenderme.
Aquel joven lleno de angustia y tristeza envió la carta al curandero, el cual llego horas después.
El era el único curandero del pueblo, viejo pero confiable.
El curandero entro a la habitación con una mirada profunda y penetrante, pero después de salir de revisar al padre del joven salio con la cara entristecida, los ojos aguados y – le dijo al joven: Tu padre tiene una enfermedad fatal es posible que muera.
El joven salio corriendo de la casa y se fue al rió para desahogar sus penas. Al regresar se encuentra con la buena noticia que la enfermedad de su padre tenia cura...
Lina Paola Zarate - Bogotá D.C
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